A primera hora de este viernes, media docena de miembros del Grupo de Vivienda 15M de Cádiz ha entrado en la antigua residencia Tiempo Libre de la capital gaditana. El inmueble, propiedad de la Junta de Andalucía, está abandonado desde que en noviembre de 2007 la administración autonómica decidiera cerrarlo.
La intención del movimiento ciudadano es permanecer durante 48 horas en el interior del edificio, en un intento por llamar la atención sobre el abandono de espacios públicos en una ciudad con falta de suelo. En la fachada cuelga una gran pancarta en la que se puede leer: «Nadie sin hogar», principal reclamación de este colectivo, que ha protagonizado varias ocupaciones pacíficas y reivindicativas en la capital, la más llamativa la del edificio Valcárcel durante seis meses.
La residencia del Tiempo Libre fue hasta noviembre de 2007 uno de los edificios de referencia turística en la ciudad, gestionada por la Junta de Andalucía, con 1.350 plazas hoteleras. Es el mayor inmueble de estas características que hay en la capital, que desde entonces presenta un estado fantasmagórico y ruinoso a pie de playa, en la ‘milla de oro’ turística de Cádiz.
La administración andaluza decretó su cierre tras un supuesto caso de legionella y luego de aluminosis. Casi cinco años después y tras el compromiso de invertir casi 95 millones de euros en la restauración del edificio y dotarlo de uso administrativo, nada se sabe de su futuro.
Hace menos de una semana, la propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, alertó de la ruina, el mal estado y de posibles robos de material en el interior de la antigua residencia. Este extremo fue desmentido por el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, que respaldó su versión con un informe de la Policía Autonómica.
Se da el caso de que el cuerpo policial andaluz tiene sus oficinas en uno de los bajos del mismo edificio, en la zona del paseo marítimo, lo que no ha impedido que los miembros del 15M accedan, presuntamente por la fachada, a la terraza de la residencia.
La intención del movimiento ciudadano es permanecer durante 48 horas en el interior del edificio, en un intento por llamar la atención sobre el abandono de espacios públicos en una ciudad con falta de suelo. En la fachada cuelga una gran pancarta en la que se puede leer: «Nadie sin hogar», principal reclamación de este colectivo, que ha protagonizado varias ocupaciones pacíficas y reivindicativas en la capital, la más llamativa la del edificio Valcárcel durante seis meses.
La residencia del Tiempo Libre fue hasta noviembre de 2007 uno de los edificios de referencia turística en la ciudad, gestionada por la Junta de Andalucía, con 1.350 plazas hoteleras. Es el mayor inmueble de estas características que hay en la capital, que desde entonces presenta un estado fantasmagórico y ruinoso a pie de playa, en la ‘milla de oro’ turística de Cádiz.
La administración andaluza decretó su cierre tras un supuesto caso de legionella y luego de aluminosis. Casi cinco años después y tras el compromiso de invertir casi 95 millones de euros en la restauración del edificio y dotarlo de uso administrativo, nada se sabe de su futuro.
Hace menos de una semana, la propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, alertó de la ruina, el mal estado y de posibles robos de material en el interior de la antigua residencia. Este extremo fue desmentido por el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, que respaldó su versión con un informe de la Policía Autonómica.
Se da el caso de que el cuerpo policial andaluz tiene sus oficinas en uno de los bajos del mismo edificio, en la zona del paseo marítimo, lo que no ha impedido que los miembros del 15M accedan, presuntamente por la fachada, a la terraza de la residencia.
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